En el CAI ASCIVITAS realizamos un programa que se llama: Conociendo Asturias, con el que descubrimos los encantos que esconden los diferentes concejos de Asturias.
Así que una de las actividades que no podía faltar este verano, era la de conocer en persona uno de esos lugares. Por lo que el miércoles , 19 de julio, nos pusimos rumbo a Cangas de Onis, para realizar la Ruta de la Olla de San Vicente. Una ruta muy bonita que recomendamos hacer a todos aquellos apasionados de las excursiones por la naturaleza.
A continuación, os detallamos todos los datos sobre la ruta, por si alguno/a se anima a hacerla:
Así que una de las actividades que no podía faltar este verano, era la de conocer en persona uno de esos lugares. Por lo que el miércoles , 19 de julio, nos pusimos rumbo a Cangas de Onis, para realizar la Ruta de la Olla de San Vicente. Una ruta muy bonita que recomendamos hacer a todos aquellos apasionados de las excursiones por la naturaleza.
A continuación, os detallamos todos los datos sobre la ruta, por si alguno/a se anima a hacerla:
Distancia: 2,4 Km ( ida)
Duración: 1 hora
No se puede realizar en bicicleta ni con carricoche.
Cómo llegar:
Una vez en Cangas de ONIS cogemos la N-625, dirección al Puerto del Pontón y poco después de pasar el pueblo de Tornín, justo antes de pasar el puente sobre el rió, veremos un panel que indica el Río Dobra.
La ruta discurre a la vera del río Dobra. Hay que pasar al lado de un puente medieval (ojo no hay que cruzarlo, ya que ese camino nos llevaría a una ruta diferente), seguimos el sendero y nos vamos a ir encontrando con multitud de pozas de agua cristalina y un paisaje lleno de árboles típicos asturianos.
Al final del camino se encuentra la Olla de San Vicente, una piscina natural de agua verde esmeralda, rodeada de una playa de blanquísimos cantos rodados. En uno de sus laterales hay un estrechamiento rocoso por donde el Dobra se precipita en forma de cascada.
Como veis el lugar no puede ser mas paradisiaco, ideal para pasar el día, pegarse un baño, tomar el sol, comer a la sombra de los árboles, disfrutar de la naturaleza y el aire puro.
Eso sí el agua no puede estar más fría, pero como somos unos valientes, eso no fue ningún impedimento para nosotros.
Al final del camino se encuentra la Olla de San Vicente, una piscina natural de agua verde esmeralda, rodeada de una playa de blanquísimos cantos rodados. En uno de sus laterales hay un estrechamiento rocoso por donde el Dobra se precipita en forma de cascada.
Como veis el lugar no puede ser mas paradisiaco, ideal para pasar el día, pegarse un baño, tomar el sol, comer a la sombra de los árboles, disfrutar de la naturaleza y el aire puro.
Eso sí el agua no puede estar más fría, pero como somos unos valientes, eso no fue ningún impedimento para nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admitirán comentarios racistas y/o sexistas ni descalificaciones personales así como verter opiniones políticas.
Tampoco se admitirán mensajes en cadena ni publicidad masiva.